
Con alegría vamos a la casa del Señor
Con alegría vamos a la casa del Señor, decimos en el salmo 121, con
alegría celebrábamos el pasado fin de semana la fiesta de Cristo Rey, con alegría comenzamos este tiempo de Adviento
Con alegría vamos a la casa del Señor, decimos en el salmo 121, con
alegría celebrábamos el pasado fin de semana la fiesta de Cristo Rey, con alegría comenzamos este tiempo de Adviento
Mirar al pobre; mirar al hombre, al ser humano. Sus necesidades, su belleza, sus capacidades, y construir y hacerlo todo por Dios y por el otro. Esta es una Jornada sin colecta, ya que, esto, mirar al pobre, mirar al mundo, ver la belleza de la vida, del ser humano, y construir la civilización del amor, no es tarea de una colecta, de un día o un fin de semana al año, es la tarea de cada día del que quiere seguir a Cristo y colaborar en la realización de su Reino aquí y ahora, entre nosotros.
¿Cuántas personas hay durmiendo en la calle en Cieza? ¿Cuántos como Juan necesitan 5 € para que les dejen dormir en un coche abandonado? ¿Cuántos se han quedado sin luz, pues les han desconectado el enganche? ¿Me importan? ¿Me han importado?
Su compromiso también le llevó al barrio de San José Obrero de Alcantarilla, donde vivió unos años trabajando en favor de la promoción de las mujeres gitanas. Esas que en su funeral declararon que gracias a ella habían llegado a ser hoy lo que son, y que ofrecieron una corona de flores como recuerdo de “Tus gitanicas de La Puebla”. Su humilde vivienda acabó siendo una ludoteca.