Más de 200 personas participan en Murcia en un Encuentro Interreligioso al que se sumó la HOAC para rezar por el fin de la violencia en Palestina

Varios centenares de personas se sumaron en la noche del martes, 17 de octubre, al Encuentro Interreligioso convocados por la comunidad parroquial de Nuestra Señora de Fátima, del barrio de murciano de Vistabella. Respondieron a la llamada del Consejo Mundial de las Iglesias y a la declaración de los Patriarcas y jefes de las Iglesias en Jerusalén, que instan a tomar medidas inmediatas para abordar la crisis humanitaria en Gaza. La convocatoria se hizo extensiva para rezar por la paz en Ucrania y todas las partes del mundo que sufren las consecuencias de las guerras.

Comunidad ucraniana

El Encuentro Interreligioso se celebró a partir de las 8 de la tarde en la Plaza de Los Patos del murciano barrio de Vistabella. El párroco de la Iglesia de Nuestra Señora de Fátima, Joaquín Ferrando, agradeció la amplia respuesta a esta convocatoria, a la que se unió un numeroso grupo de personas de nacionalidad ucraniana (quienes portaban banderas del Vaticano, España y Ucrania), junto al Padre Víctor, sacerdote que acompaña a esta comunidad cristiana en Murcia.

El acto estuvo salpicado de momentos de oración, lectura de textos, poemas y canciones todas ellas con el espíritu de un deseo de paz. La primera en intervenir fue una representante de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días, quien insistió en que se necesitan pacificadores, “porque si queremos que haya paz en el mundo, la paz debe comenzar en uno mismo, en nuestro hogar, en nuestro lugar de trabajo o en nuestros colegios”.

Lectura de textos

Tras compartir diversos textos budistas, hinduistas y del Islam, las personas presentes acompañaron canciones como “No dudaría”, de Rosario Flores, o “Solo le pido a Dios”. También se proclamaron textos por la paz del pueblo Kikuyu de Kenia, así como del judaísmo y de la Comunidad Bahai. El encuentro concluyó con la lectura de diversos textos del Nuevo Testamento, tanto en castellano como en ucraniano, así como un pensamiento de Martin Luther King.

El sacerdote Joaquín Ferrando intervino finalmente para agradecer la presencia a los vecinos del barrio de Vistabella, a la comunidad parroquial, a quienes habían venido desde otros lugares de la ciudad y de la Región, a los representantes de diferentes confesiones religiosas, a la HOAC y a otros colectivos, comunidades y movimientos presentes. El Encuentro finalizó con una bendición tibetana y la canción “Paz y amor”, de Gisela.

Video resumen del Encuentro por la Paz

Para la HOAC, además de sentir el dolor que padecen quienes se encuentran en medio de un conflicto bélico, es especialmente dramática la situación que viven miles de trabajadores y trabajadoras palestinas y sus familias, atrapadas desde hace años en la Franja de Gaza y en otras zonas en condiciones indignas, sin un futuro en condiciones y sufriendo el bloqueo del Gobierno israelí.

Unas relaciones laborales indecentes

La propia Organización Internacional del Trabajo, en un reciente Informe titulado La situación de los trabajadores de los territorios árabes ocupados ha destacado que “el conflicto, la violencia y la tensión siguen permeando el mundo del trabajo palestino y se han convertido en una parte integrante de la vida de los trabajadores. La expansión de los asentamientos está restringiendo gravemente sus derechos. La ocupación está ahogando el mercado de trabajo, que a su vez no está rindiendo lo que podría o debería”.

En las observaciones finales de dicho informe se destaca que “persiste un elevado nivel de desempleo y los medios de subsistencia de los palestinos peligran. Las mujeres y los jóvenes que buscan empleo son los más desfavorecidos” y apunta que “de todos los lugares, la situación más crítica es la de Gaza”. Ya advertía la organización internacional que “el bloqueo de Gaza mantiene el enclave al borde del colapso”.

Permisos de trabajo

“Para la mayoría de los palestinos, el empleo informal suele ser la única opción posible, pero se caracteriza por un alto grado de vulnerabilidad y pobreza. Los salarios reales de los trabajadores también se están erosionando debido a la disminución de los salarios nominales y a la elevada inflación”, continuaba el informe, que también reconoce que “hay un creciente número de palestinos con permiso para trabajar en Israel”, aunque perjudicados por “las desventajas estructurales y las prácticas abusivas que afectan a los palestinos”

“La justicia social requiere igualdad, libertad y dignidad. Estos valores, en los que se basan las normas internacionales del trabajo, se ven socavados por la ocupación y la creciente violencia en los territorios árabes ocupados y en Israel. En este contexto, el trabajo decente parece cada vez más difícil de alcanzar. La protección de los derechos en el trabajo, consagrada en las normas internacionales del trabajo, es fundamental para el cumplimiento de las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos”, concluía la OIT.