1 de Mayo de 2023. «Trabajar, compartir solidaridad, estar alerta, erradicar los accidentes laborales, luchar contra la precariedad, denunciar las violaciones de los derechos.»

Imagen de cabecera: «Laboriosas. Mujeres y hombres trabajando en la sección de prensas del taller de mecanizado de Sigma», Autor desconocido.

Desde nuestro ser trabajadoras y trabajadores, nuestra lucha por la justicia a lo largo del tiempo, nuestro compartir como HOAC las situaciones y las dificultades del mundo del trabajo y unidos a todos, las trabajadoras y los trabajadores, este 1º de mayo dirigimos nuestra mirada agradecida hacia el pasado.

Desescombrar el pasado nos invita a recuperar la esperanza y la resistencia frente a lo inaceptable por muy atractivo que se nos presente, y a preguntarnos:

¿Cuándo se dieron cuenta las obreras y los obreros en las minas, en las fábricas que no eran enemigas y enemigos, que trabajaban todos en las mismas malas condiciones? Ahí empezó la sintonía, la toma de conciencia y poco a poco a pensar que tenían que unirse para salir de esa situación.

«Ruby Loftus screwing a breech-ring», Laura Knight

Y poco a poco a llamarse amigas y amigos, compañeras y compañeros. Y así también nació el deseo de unión, de fraternidad que nunca estaba exento de riesgos.

En la oscuridad de las minas, en las opresivas naves de la fábrica, en la tremenda desolación de los campos; en la absoluta soledad de los palacios, de las casas señoriales; lavanderas, costureras, bordadoras, limpiadoras enfermaban, veían deformarse sus cuerpos, eran violadas en sus trabajos o caminaban a los prostíbulos, se fue encendiendo una incierta lucecita, un sueño que ilumina la esperanza de los corazones abandonados y golpeados. ¡Y cuantos corazones palpitaron alegres al alojarse en ellos la Esperanza! ¿Soñaban Dignidad? ¿Dignidad para todos? Fue el primer derecho que conquistaron: Soñar.

La lucha de las trabajadoras y los trabajadores en aquel mundo sucio, embrutecedor, fue por salir del envilecimiento, la miseria, la ignorancia a la que estaban sometidos. No fue esencialmente por comer, sino por saciar el hambre de Dignidad.

Esos latidos de Esperanza generaron fuertes vínculos fraternales y mucha generosidad a pesar de las persecuciones, cárceles, exilios y muertes. Ese fue el precio.

Hubo sueños que se fueron cumpliendo

Salir de la miseria, la incultura, cambiar el mundo por otro mejor, las injusticias por el bien común, humanizar el trabajo, mejorar la desigualdad, llevar cariño y alegría al hogar, odiar la tiranía, abolir el trabajo infantil, despojar a la mujer de su docilidad, aprender a pensar, educación para todos toda la vida… Salir de una vida indigna de personas. No todo fue perfecto, pero seguimos en el camino. Aquella “incierta lucecita” ya es un potente faro.

Se consolidaron más derechos: organización obrera, derecho a sindicarse, hacer huelgas para defender los derechos, protegidos por las leyes y sin represión posterior, menos horas de trabajo, salud laboral, trabajo más seguro y decente, vacaciones, seguro de desempleo, descanso semanal… Se consiguió pero hubo que seguir luchando para mantenerlo y continuar para que un soplo de aire no se los llevara volando como paja.

Hoy están en peligro

En el desescombro encontramos también el hambre de cultura, de formación. Hoy se exalta la ignorancia, la incultura, “nosotros pensamos por ti”. NO. Tenemos el legado obrero, solidario: mujer, hombre, estudia allá donde estés, en la cocina, en el campo, en la fábrica, en la cárcel, en el almacén, limpiando casas, hoteles, recogiendo fresas, alcachofas, en la cama del prostíbulo, en el andamio o dando de mamar a tu bebé. No dejes que nadie piense por ti. No te canses de preguntar ¿esto por qué?. Lo que no conoces por ti, no lo conoces. Estamos llamados a vivir con dignidad.

«Una huelga de obreros en Vizcaya», Vicente Cutanda y Toraya
¿Qué es para nosotros como trabajadoras y trabajadores, como HOAC, el 1º de Mayo?

Es un legado que tenemos que defender. Una tarea, un compromiso. Sembrar, vigilar que los corazones de los olvidados no se queden sin esperanza.

Trabajar, compartir solidaridad, estar alerta, erradicar los accidentes laborales, luchar contra la precariedad, denunciar las violaciones de los derechos.

Somos personas completas que trabajan o quieren trabajar dignamente, no mercancía, chatarra, por lujosa que sea, que se vende en los mercados.

Y seguimos teniendo sueños

Que nadie tenga que limosnear su pan,

Que no haya nadie que por la explotación acumule más riqueza,

Que no haya trabajadores esclavizados privados de su dignidad,

Que la riqueza fruto del esfuerzo de todos se reparta con equidad,

Que la igualdad se haga realidad ya en la tierra,

Que las mujeres y los hombres puedan andar libres por el mundo,

Que las niñas y los niños, futuros trabajadores, paseen sus cuadernos y sus lápices de colores entre sonrisas libres por el mundo…


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