Por JOSÉ LUIS PALACIOS | El Congreso de los Diputados ha aprobado la Iniciativa Legislativa Popular que otorgará personalidad jurídica y derechos al Mar Menor, por lo que en breve se convertirá en el primer ecosistema de Europa con derechos propios. La proposición de ley, que ha salido adelante con 265 votos a favor, 6 abstenciones y 52 votos en contra de VOX, se tramitará por la vía de urgencia para acelerar su aprobación definitiva, prevista para el verano.
La futura ley permitirá a este ecosistema ahora seriamente amenazado por los vertidos masivos de nitratos y fosfatos dejar de ser considerado un recurso a explotar para ser un sujeto de derechos cuyo respeto se podrá exigir por cualquier ciudadano ante los tribunales de de lo contencioso administrativo, sin tener que acudir a la vía penal.
La legislación ambienta por ahora solo dota a las ONG de capacidad para ejercer la acción popular ante los supuestos delitos ambientales. El reconocimiento de derechos de un espacio natural ya se ha producido en el caso de río Atrato (en Colombia), que se hizo por vía del Tribunal Constitucional; el del río Whanganui (en Nueva Zelanda), que fue en el Parlamento; y el del lago Erie (entre Estados Unidos y Canadá).
“Siempre que alguien que no tenía derechos los ha adquirido ha tenido que haber un gran cambio, y esta vez ocurrirá igual, será una revolución que va a limitar el actual modelo de desarrollo económico que está destrozando el planeta. Será una modificación que va a costar mucho tiempo, pero lo que hoy ha ocurrido en el Congreso planta las bases de un cambio que será no solo para la región de Murcia ni para España, sino para el mundo entero”, declara la profesora de Filosofía del Derecho en la Universidad de Murcia Teresa Vicente, impulsora de la iniciativa ciudadana, respaldada por más de 600.000 firmas y cientos de entidades sociales, entre ellas, la HOAC de Murcia.
Cuidado de la casa común
Siguiendo el llamamiento de Francisco de “abrazar el cuidado de nuestra casa común: la tierra”, el movimiento de trabajadores cristianos considera este logro como “una medida esencial para la conservación y cuidado del medio ambiente. El Mar Menor constituye un espacio que necesita de la protección de toda la sociedad y de soluciones que preserven dicho entorno ambiental” frente a las continuas “amenazas de degradación ecológica”.
Isabel Rubio, del grupo de coordinación de la Plataforma Pacto por el Mar Menor, considera que la aprobación de esta ley será “un paso muy importante en la evolución de la humanidad”, al “dar derechos a los ecosistemas”. Las administraciones no han conseguido el cumplimiento de la legislación sobre vertidos y sobre contaminación, ni han frenado, como demuestran los episodios repetidos de muerte masiva de peces por falta de oxígeno en las aguas, el impacto ambiental del urbanismo de los municipios ribereños de la laguna y de la agroindustria del Campo de Cartagena, ha señalado la docente.
Apuesta de la ciudadanía
La ciudadanía ha apostado por ser “parte y no dueña” del Mar Menor, según la profesora Vicente, quien considera que la ley ofrecerá mecanismos que impidan de manera inmediata que las actividades urbanísticas, agrícolas, ganaderas, mineras o cualquier otras puedan dañar el ecosistema. Las acciones y omisiones que dañen al Mar Menor podrán ser, así, perseguidas, sancionadas y juzgadas.
Redactor jefe de Noticias Obreras