Por JUAN GARCÍA CASELLES / No me he leído la sentencia, ni se me ocurrirá hacer tamaña barbaridad. Así que comento al socaire de lo dicho por los tertulianos, que hay que ver cuanto sacamuelas hay en nuestras sufridas Españas.
Lo más gracioso es lo de la red clientelar, que debe ser una cosa horrible y malísima, pero que es exactamente la ilusión de cualquier partido, habido o por haber.
Lo segundo es que todo el tinglado pudo montarse a partir de una ley aprobada en el parlamento andaluz con los votos del PP que, pienso yo, no tuvo ningún problema en aceptarla porque podía beneficiar a más de una empresa de esas que ellos protegen con más intensidad que al lince ibérico.
Y tercero, que lo de “parece lógico”, si en vez de aplicárselo a Chaves se le hubiera aplicado a Rajoy, que motivos dio, habría que ver la que se hubiera armado y los ayes y las madres mías y la defensa de la presunción de inocencia que hubieran llenado horas y horas de tele y gastado más tinta de la que cabe en un camión cisterna. Pero tenemos doctrina nueva, que es la presunción de culpabilidad cuando el reo tiene algo de rojillo, aunque lo sea tan poco como en el caso que nos ocupa.
Por lo demás, creo que es aplicable el dicho ese malsonante y machista de que “la que sea p…, que cruja”, dicho sea, con perdón. Y más de un puñado de militantes del PSOE se lo han ganado a pulso.