Por JUAN GARCÍA CASELLES / Anosmia es la pérdida del sentido del olfato. Pueden ser temporal o crónica. Un término relacionado es hiposmia, el cual se refiere a la disminución en la habilidad olfativa. Algunas personas pueden ser anósmicas de cierto olor en particular, esto es llamado «anosmia específica», y puede tener su origen de modo genético. La anosmia es detectada por doctores usando como método el «rascar e inhalar» olores, o usando olores disponibles como lo son el café, limón, bareta y canela. (Hasta aquí la Wikipedia).
Hay también una anosmia específica de los políticos y los que la sufren no se enteran del olor de las cosas y en muchísimos casos del olor de la corrupción. Tal es el caso de la señora Díaz Ayuso, a la que durante muchos años le pasaban la sardina justo debajo de su nariz y hoy no sabe decir si eran sardinas o flores de azahar y durante todo este tiempo no llegó a darse cuenta de si los pagos (o los cobros) que se hacían al Sr. De Pedro (y a todos los demás con los que trataba) era trigo limpio o comisiones podridas. Todo ello presuntamente, como está mandado
Y es que trabajar para la nobleza tiene esas ventajas. Como que siempre eres inocente, hagas lo que hagas. También presuntamente, faltaba más.
En fin, pobre mujer, lo que tiene que sufrir por su afán de ser alguien, porque si hubiera seguido siendo una currante privilegiada, nadie se metería con ella, que ya se lo avisó Fray Luis de León con aquello de “las esperanzas cortesanas”.