Por JUAN GARCÍA CASELLES / Existe el mito de que los lemmings se suicidan en masa arrojándose al mar como parte de un mecanismo de autorregulación de la naturaleza. Actualmente, la comunidad científica rechaza el mito, así como las posibles explicaciones al fenómeno del suicidio en masa, pues no existen pruebas de que este exista. (Wikipedia).

Me viene la cosa a la memoria por aquello de Cataluña, y es que me asombra (y me conmueve) la fé con que muchos catalanes quieren suicidarse económicamente sin la menor vacilación. Y me horroriza pensar que muchos de sus dirigentes lo saben, porque no es cosa que requiera mucho cacumen para entenderlo.

A estas alturas (rebus sic stantibus), si se consuma la independencia, Catalunya será un país segregado de España y de Europa (que ninguna de las dos le va a perdonar el atrevimiento), aislado, sin moneda y sin tratados. Como, según dicen los expertos, Catalunya exporta alrededor del 70% de su producción, no sé si alguien se ha dado cuenta de que esas exportaciones se vuelven prácticamente imposibles.

Las empresas grandes podrán capear el temporal y buscar mercados alternativos (Rusia, China, India, América, etc.,) pero por no tener tratados previos el conseguirlo será arduo. Las empresas medianas y pequeñas lo tienen más difícil y muchas reducirán su tamaño o cerrarán. Y esto trae paro.

A todo lo cual hay que añadir las dificultades de los agricultores, privados de sus mercados naturales y de las subvenciones y protecciones de la CE, el lío de las pensiones, las dificultades del neonato estado catalán en forma de república para financiarse, la huida de las centrales de la gente del IBEX y similares (con graves pérdidas de ingresos para el Govern).

Y digo yo ¿a que juego están jugando? ¿Porqué se ocultan datos tan importantes como para que el “poble catalá” pueda tomar sus posturas con plenitud de consciencia? ¿O están todos locos, como los romanos del cuento, incluidos el Rivera, el Rajoy, el Pedro, el Iglesias, la Colau y demás? ¿A dónde quieren llevarnos?