Por JUAN GARCÍA CASELLES / Muchas idas y venidas, el uno por el otro y la casa sin barrer. No elegimos a los políticos para esto, sino para que arreglaran un poco las barbaridades de Rajoy y sus peperos.
Por cierto, dice Rajoy que ha hecho lo que tenía que hacer. Tiene razón, ha hecho lo suyo, seguir aplastando a los pobres y protegiendo a los ricos. Presume de haber hecho las cosas bien, y efectivamente hizo las cosas bien para los ricos y dejó en la miseria a muchísimos españoles. Pero volvamos.
El PP: Su solución era la gran coalición. Pero no debía ser cierto, porque cada vez que iban a pedirle a Sánchez que se arrepintiera de sus innumerables pecados, pidiera perdón de rodillas y solicitara ser recibido por la augusta majestad pepera empezaban insultándole y tomándoselo a chirigota, lo que demuestra que su intención no era ni siquiera lo de la coalición, sino que han perseguido desde el principio ir a las elecciones y mantenerse unos mesecillos más a mesa, sueldo y mantel en la Moncloa.
El PSOE: Decir que iba a pactar a diestro y siniestro, pero restringir la libertad de negociación prohibiendo todo apoyo de independentistas. Pero para la gente de izquierdas ¿qué es más importante, la independencia de Cataluña o el hambre de un niño? Pues bien, Cataluña no ha conseguido la independencia, pero hay muchos niños que pasan hambre. Y, en el mismo camino de lo ético, si pregonaban que lo importante era desalojar a Rajoy de la presidencia ¿Por qué no le ofrecieron su apoyo a Podemos para que formara gobierno con quien quisiera? Bastaba que el PSOE se quedara fuera del Gobierno para parar cualquier devaneo independentista, si era eso lo que les preocupaba. ¿O también lo suyo eran los sillones?
Podemos: Pues eso, que no pueden. No se debe, aunque sí se pueda, dar largas a cualquier tipo de negociación para romperla a las primeras de cambio porque han percibido que los derechosos de Ciudadanos les miraban con malos ojos, o decir que Sánchez ha dicho no a la propuesta de Compromís porque no la han aceptado en su totalidad. No se puede presumir de ser lo más izquierdoso del universo mundo cuando su programa es claramente socialdemócrata y perfectamente compatible con el del PSOE e incluso con muchas de las cosas de Ciudadanos. Claro que compiten con ambas formaciones por la misma clientela electoral y eso puede explicar muchas cosas. Dijeron que tenían votos bastantes para un gobierno a la valenciana, pero ocultaron cuidadosamente de dónde iban a sacar los quince votos que les faltaban. ¿No los tenían, era un farol, o les daba vergüenza publicarlo?
Eso sí, lo más gracioso es lo de Ciudadanos, que empiezan declarándose de centro izquierda, que dicen que lo principal es democratizar el país, acabar con la casta y con la corrupción y terminan pactando con los socialistas y acudiendo todos los días a orar ante el altar del PP para que se bajen del nicho y se unan a su pacto con el PSOE. ¡Pues vaya una manera de acabar con la casta! Se conoce que ignoraban, los pobres, que, si los dos grandes partidos hubieran llegado a pactar, los que sobraban eran los naranjas.