En el Día Internacional de la Salud y Seguridad en el Trabajo reclaman una cultura preventiva y un trabajo digno y seguro
La Delegación de Pastoral Obrera de la Diócesis de Cartagena y la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) han organizado para mañana viernes una Eucaristía en memoria de las víctimas de accidentes laborales y de sus familias, en el Día Internacional de la Salud y la Seguridad en el Trabajo. En especial, tendrán muy presente a los cinco jornaleros marroquíes fallecidos ayer en el accidente de tráfico ocurrido en la carretera de Lorca a Águilas, así como a las víctimas de los 26 accidentes mortales ocurridos en la Región de Murcia durante el año pasado.
En un comunicado hecho público por la Delegación de Pastoral Obrera se recuerda que esos 26 accidentes mortales en 2015 son 6 más que el año anterior y se registraron un total de 39.963, lo que suponen 5.118 accidentes más que el pasado año, “por lo que exigimos que se haga un estudio detallado por parte de las empresas, organismos públicos laborales o quién corresponda el averiguar las causas de este sufrimiento”.
Detrás de cada accidente hay una persona, una familia. Para nosotros, la vida es sagrada, como hijos de Dios. No hay nada, ni nadie que esté por encima del ser humano y de su existencia. Este dolor humano, ¿es una fatalidad inevitable o podemos evitarla? No es ninguna fatalidad, tenemos los conocimientos y los medios necesarios para evitarla en la inmensa mayoría de los casos. No se evita porque se niega en la práctica que la persona debe ser siempre lo primero, porque se ha puesto en su lugar la rentabilidad del dinero. Necesitamos una forma de actuar basada en una convicción: la persona es lo primero y más importante.
Asimismo, reclaman una verdadera cultura preventiva en el trabajo, fomentando el conocimiento de los derechos respecto a la salud laboral, y ser capaces de detectar y denunciar cualquier posible situación de peligro. Para ello es importante la participación en el movimiento sindical que nos ayude a comprender y cumplir la ley de Prevención de Riesgos Laborales.
También las comunidades eclesiales debemos crecer, fomentando la conciencia eclesial de lo que implica la responsabilidad que le incumbe a la Iglesia en la defensa del valor sagrado de la vida a través de un compromiso por la justicia. En nuestra sociedad, el trabajo juega un papel fundamental y decisivo en la vida. Juan Pablo II nos lo ha dicho con claridad: ´´el trabajo…ocupa el centro mismo de la cuestión social´´ y ´´es una clave, quizás la clave, esencial de toda la cuestión social´´ (GS 38. LE 3). Por eso el trabajo y la situación de los trabajadores ocupa un lugar central en la Doctrina Social de la iglesia y la Pastoral de la iglesia debe tener como perspectiva preferente la situación del mundo obrero.
Tenemos que llegar a los parados de larga duración y demás personas que viven en la miseria, esos que no pueden vivir decentemente porque se les niega el derecho a tener un trabajo digno, a todas las víctimas de este capitalismo que destroza la dignidad humana y destruye la vida. Las organizaciones obreras no podemos estar en una postura de denuncia permanente mientras los pobres son cada vez más pobres y los ricos más ricos, hay que llegar a los últimos para ayudarles a caminar por su dignidad.
Aquí tienes el Comunicado completo de Pastoral Obrera