Curiosamente, los nuevos voceros del PP, a los que a un estudiado ritmo se une algún que otro peso pesado, se nos asoman a la tele para instruirnos sobre lo bueno que sería que todos los partidos (y, especialmente, aunque sin nombrarlo, el PSOE) demostraran en las actuales circunstancias la responsabilidad, el sentido de estado y la encomiable altura de miras como para permitir la gobernabilidad de España en momentos tan delicados como los que estamos (están) pasando, etc.
Nada que objetar a tan buenos propósitos, si no fuera porque en tiempos pasados lo que ahora piden esto practicaron justamente lo contrario. No ha mucho que
nuestro ínclito Ministro de Hacienda le soltó a la diputada canaria aquello de “que se hunda España, que ya la levantaremos nosotros”. Vale la pena recordar las burradas
que decían nuestros ahora moderaditos consejeros televisivos a propósito de la política antiterrorista, como lo de que Zapatero le había vendido Navarra a ETA. ¿Y aquello de la fractura de España por lo del nuevo estatuto catalán? ¿Y lo de la recogida de firmas en contra de la subida del IVA?
Pero, olvidemos el pasado. ¡Pelillos a la mar! Pensemos en el futuro y en resolver el problema del pacto necesario para formar el nuevo gobierno.
A la vista de unas manifestaciones que deben ser opinión ampliamente compartida por el conjunto de militantes y representantes del PP, parece que la solución más lógica es que pongan en funcionamiento su responsabilidad, su política de estado y su acreditada altura de miras para facilitar que el PSOE forme gobierno, ya que aparentemente es el único que puede aglutinar a su alrededor una mayoría que, aunque pueda ser inestable, es mejor que el desgobierno o unas nuevas elecciones.
Conforme a este punto de vista, lo que debe hacer Rajoy es anunciar que renuncia a formar gobierno y que, de acuerdo con sus prédicas, el PP se abstendrá en
las votaciones de investidura, con lo que quedará demostrado que, al menos por esta vez, los populares son gente de palabra, porque las cosas que dicen las ponen en
práctica.
¿O va a pasar como con las elecciones de 2011, que de lo dicho, ni me acuerdo?.