En el comienzo del Adviento, el Consejo Diocesano de Acción Católica organizó un Retiro en Santa Catalina del Monte para reflexionar sobre “la caridad cristiana en la vida pública”

Retiro Adviento 2014

Un momento del Encuentro celebrado en Santa Catalina del Monte. En primer plano, el sacerdote Antonio Murcia y la secretaria del Consejo Diocesano de Acción Católica, Basi López.

Por REDACCIÓN / La caridad cristiana en la vida pública ha sido el lema de la celebración del Encuentro de Adviento de hoy domingo 30 de noviembre en el que han participado las personas que forman parte de los movimientos apostólicos de la Acción Católica de la Diócesis de Cartagena. El encuentro ha tenido lugar en el convento franciscano de Santa Catalina del Monte, y la reflexión fue dirigida por el profesor de Teología, párroco de San Juan Bosco de Cieza y consiliario de Acción Católica, Antonio Murcia Santos.

A la convocatoria del Consejo Diocesano de Acción Católica respondieron varias decenas de personas militantes de HOAC, la Acción Católica General de Niños, Jóvenes y Adultos, así como de la Fraternidad Cristiana de Personas con Discapacidad (Frater). La secretaria del Consejo, Basilisa López, indicó que “el tema escogido para este retiro diocesano ha respondido a la invitación que nuestro obispo de Cartagena, José Manuel Lorca, ha propuesto este año en el Plan Pastoral Diocesano, que está centrado en  la Caridad, y que en nuestro caso hemos especificado en la dimensión de la caridad cristiana en la vida pública”.

El Consejo de Acción Católica va remitir a todas las parroquias para que sea conocido durante todo el tiempo de Adviento el reciente Manifiesto de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN), de la que forma parte, entre otras, Cáritas Española, y que reclama una estrategia contra la pobreza para hacer frente a la crisis económica y social.

Basi López indicó que en este manifiesto, “al igual que lo viene haciendo el papa Francisco, se afirma que es el momento de hacer una apuesta decisiva por las personas, que éstas sean el eje vertebrador del desarrollo económico y social, más allá de las cifras macroeconómicas y de políticas dirigidas a defender los intereses de la minoría. La sociedad civil en su conjunto es la transmisora de este cambio social, que ha de tener un reflejo político que conduzca a una sociedad más justa y cohesionada, donde todas las personas tengan cabida”.

Rechazo al apoliticismo dominante

Por otra parte, Antonio Murcia expuso su reflexión con el método de la Revisión de Vida: el Ver, el Juzgar y el Actuar. En el primero, el hecho que destacó fue el del apoliticismo dominante, y destacó “el clima de descrédito generalizado de lo político, de lo comunitario y de la caridad, así como la dictadura de lo privado en contra de lo público”. Asimismo, reflexionó sobre el hecho de que “en la Iglesia a menudo también se promueve un apoliticismo, para lo cual animó que la Acción Católica no puede permitirse caer en la trampa de esa situación porque está llamada a ser levadura en medio de la masa que es el mundo de lo público, de lo social”.

En cuanto al juzgar, ofreció varios textos evangélicos acerca del perfil político de Jesús, de María y de los discípulos. En concreto, el Jesús ungido al proclamar en la sinagoga el texto de Isaías en la que anuncia que ha sido enviado a evangelizar a los pobres en su anuncio de la Buena Noticia. En cuanto a María, la proclamación del Magníficat, y a los discípulos el pasaje de la madre de los hijos de Zebedeo, en los evangelios de Mateos, Marcos y Lucas.

Finalmente, en el actuar, quienes participaron del retiro reflexionaron sobre lo que esta meditación les podía impulsar en sus vidas, y destacaron que no podemos caer en ese apoliticismo imperante en la sociedad, porque la fe cristiana tiene una dimensión social y política innegable.