Por JUAN GARCÍA CASELLES / Los del PP andan muy contentos porque, para algún año de estos que vendrán, conseguirán (por fin) cumplir una promesa electoral, lo de bajar los impuestos, lo que les enorgullece y llena de satisfacción. No es para menos, que no es cosa baladí lo de conseguir para dentro de dos años o cosa así cumplir una de las numerosísimas promesas con las que conquistaron el voto de los millones de crédulos insensatos que les votaron. Y es que hasta ahora no han cumplido ninguna, lo que es un todo un récord en nuestra enclenque democracia. Pero algo es algo.
Dicen que rebajarán un promedio del 12,5%. Pero no dicen, claro, que rebajarán un poquillo a los pobretes y un bastante más a los más ricos, porque estos últimos están muy necesitados de capital para crearnos puestos de trabajo con los que puedan sacarnos el pringue. Y que también rebajarán los impuestos a los beneficios de las empresas y a las plusvalías del capital.
Al mismo tiempo nos llenan los oídos con la propaganda esa contra el fraude fiscal donde alguien que solicita que no le cobren el IVA es contestado con aquello de que hacerlo es acabar con la educación, la sanidad, etc. Al parecer, nada que objetar, quizá solo lo de la moraleja, que no es manca: “lo que tú defraudas lo pagamos todos” y firman “Gobierno de España”.
Pues no, no es verdad. No lo pagamos todos, porque algunos no pagan casi nada y el resto tenemos que arreglar el roto. Los defraudadores auténticos, los que pagan el IVA que recaudan de los demás pero no pagan sus propios impuestos sobre la renta o el de Sociedades, esos que según los técnicos de Hacienda defraudan algo así como SETENTA U OCHENTA MIL MILLONES DE EUROS cada año, esos no pagarán nuestro IVA, pero sí lo hará poca ropa, como siempre. Y será poca ropa (o sea, tu y yo y algunos más) el que cargue con el IVA y con los setenta u ochenta mil millones, que para eso estamos, para colaborar y cumplir, sirviendo al rey y a la patria, como está mandado, que somos burros de carga y para eso nos educaron y para eso nos engañan todos los días.
Y ahora viene el problema, que si se bajan los impuestos se recaudará menos. ¿Y quién creéis vosotros que va a tener que pagar la diferencia para que se equilibren las cuentas y no haya déficit, no sea que se enfaden la Merkel y los de Bruselas? Pues eso, vosotros y yo. Y lo harán de dos maneras, como hasta ahora, subiéndonos los impuestos o reduciendo nuestros derechos, o las dos cosas a la vez, según cuele mejor la cosa.
Por eso propongo que se haga otra campaña donde la moraleja diga: “Lo que el Gobierno rebaja, lo pagaremos los de siempre”. Porque de eso no nos salva ni Felipe VI.