Bernardo Pérez Andreo, doctor en Teología y profesor en el Instituto Teológico de Murcia, centro de la Orden de Frailes Menores (franciscanos), se incorpora con sus artículos y reflexiones como colaborador de nuestra web
Por BERNARDO PÉREZ ANDREO / Desde posiciones que se dicen católicas, como ciertos medios de comunicación en prensa, radio y televisión, se está llevando a cabo una campaña de desprestigio, incitación al miedo y al odio contra Podemos como realidad política y contra las personas que lo componen. Esta campaña tiene el peligro de que el público en general crea que ser católico es estar en contra de Podemos, es no poder ni acercarte lo más mínimo, porque, dicen, representa la extrema izquierda radical y antisistema, mata niños y promiscuos que niegan a Dios y se disponen a quemar iglesias. Esta campaña de esos medios mal llamados católicos puede llevar al error de creer que eso es ser católico y no es así. 13Tv, La Razón y otros no representan lo que supone ser católico, es posible que ellos lo sean a nivel personal, pero no representan ni el ser ni el sentir de lo católico. Con esta campaña están defendiendo los intereses espurios de sus dueños, los intereses del capitalismo, de las élites económicas y políticas, de esa casta tan bien identificada por Podemos. No son sino el ladrido del can protector de las propiedades de los poderosos, nada que ver con ser cristiano, mucho menos católico.
Ser católico es defender la vida, la dignidad, la comunidad y la persona. Ser católico es creer que todo la humanidad forma una familia única donde los lazos que nos deben unir son los de fraternidad. Ser católico es poner tu vida y tu persona al servicio de los demás, por amor y justicia. Ser católico es defender a los pobres frente a los ricos, a los oprimidos frente a los opresores, a los excluidos frente a los exclusores. Ser católico es amar este mundo que Dios nos ha dado para que sea un hogar para todos los hijos de Dios, nuestros hermanos. Pero, para conseguir esto hay que aplicar políticas opuestas a las que nos han puesto en esta situación. Lo primero que hay que hacer es aplicar la Doctrina Social de la Iglesia que dice que los bienes de este mundo tienen una finalidad común. Nadie puede apropiarse de lo que sus hermanos necesitan para vivir. Para cumplir con este objetivo hay que tomar las riquezas de los ricos y ponerlas al servicio de la sociedad, mediante políticas fiscales progresivas y distributivas y una renta básica para todos los seres humanos que vivimos en este país.
Como católicos tenemos que aplicar esa misma Doctrina Social de la Iglesia en lo que respecta a la economía política, haciendo que las empresas sean lugares para el desarrollo del ser humano al servicio de la sociedad, no lugares de explotación donde se trabajan largas jornadas por miserable sueldo y en condiciones deplorables. La economía debe estar al servicio del hombre y no éste al servicio de la economía. Los beneficios empresariales sólo se justifican si son fruto del esfuerzo honrado y se dirigen a servir a los hombres desde el respeto a la naturaleza. Los medios que sirven para reproducir nuestra existencia no pueden estar en manos de una élite que los utiliza para acumular riquezas y obligarnos a trabajar para ellos. Es necesario reapropiarnos de esos medios usurpados a todos para que podamos vivir con la dignidad de los hijos de Dios.
Faltan algunas cosas más, pero con las explicitadas sobra para ver que la Doctrina Social de la Iglesia, actualizada por Evangelii Gaudium de Francisco, coincide con las propuestas de esa nueva realidad política que es Podemos. Probablemente no coincidamos en algunas cuestiones morales, en gustos y creencias, pero en las cosas de comer, que son la base para cualquier otra cosa, coincidimos plenamente. Ni el PP, ni el PSOE, ni siquiera IU o CIU o PNV se acercan ni al 10% de la Doctrina Social, sin embargo, en Podemos vemos una coincidencia casi completa con las propuestas económicas y sociales: subsidiaridad, solidaridad, redistribución, destino universal de los bienes, participación, opción por los excluidos y caridad, es decir, amor social puesto en práctica.
Por tanto, creo que esta nueva realidad política es la opción, a día de hoy, que más se acerca a lo que supone ser cristiano y católico en España. Al contrario de lo que muchos puedan pensar, votar a este partido como católico puede hacerse sin ningún tipo de remordimiento y con total conciencia de responsabilidad, sabiendo que no hay ninguna opción que agote el Evangelio, pero que sí puede haber en un momento dado una opción que lo vehicula mejor que otras. Las descalificaciones de izquierdistas, radicales o bolivarianos, no tienen ningún valor a la hora de elegir la opción política. Lo que importa es lo que proponen y lo que hacen y ambas realidades se acercan a la propuesta católica representada por la Doctrina Social de la Iglesia. No estaría de más que los movimientos católicos empezaran a posicionarse más allá de los compromisos personales de muchos católicos que están con Podemos.
Menos mal que hay gente que pone los puntos sobre las íes. Totalmente de acuerdo, y que se difunda. Bastante nos hemos ganado la etiqueta de aliados de la clase dominante, para que sigamos en las mismas. Como si nada hubiéramos aprendido de la historia.
El maniqueísmo es malo en todo. En política también, porque es una forma de fanatismo simplificador, que evita el trabajo de pensar y analizar en profundizar la realidad, que es mucho más compleja que lo que las etiquetas dicen. Yo soy católico, pero no he votado al ppsoe. ¿Debería?
El artículo en su conjunto creo que está bien y es clarificador en muchos aspectos… pero me parece injusto que al final se haga esa identificación de Podemos con los valores que emanan del Evangelio y de la DSI, y se incluya a una organización como IU en el mismo saco que los partidos conservadores que defienden básicamente los intereses de los poderosos… cuando IU, con todas sus limitaciones, tiene planteamientos muy coincidentes con la DSI en la defensa de la justicia social y económica, la solidaridad. Y lleva mucho tiempo defendiendo una política diferente, que atienda a los sectores más débiles, especialmente en estos momentos de crisis…
Me ha llamado mucho la atención el artículo en la página web de la HOAC de Murcia, (http://hoacmurcia.es/2014/06/03/rara-temporum-los-cristianos-podemos/) de Bernardo Pérez Andreo, doctor en Teología y profesor en el Instituto Teológico de Murcia de Orden de Frailes Menores Franciscanos,… porque hacía mucho tiempo que no leía de modo tan abierto y con convicción, de un tema político desde el punto de vista religioso. Pensaba que esa época había pasado ya.
El autor, sin advertirlo, cae en el mismo error que condena, al no distinguir la diversidad de campos y de métodos de la razón y de la fe. En su aserto, aparentemente desde la más genuina fe y el más puro cristianismo, defiende y anima a seguir un camino político como el mejor de los existentes. Y eso no se debe de hacer nunca. Menos aún, no se puede calificar de “malos o alejados caminos” el que siguen “casi todos” los cristianos, para presentar después como el más cercano el grupo político Podemos. Y afirma que se apoya en la Doctrina Social de la Iglesia, cuando es muy difícil advertir, después de leerle, que haya respetado el principio de subsidiariedad, y muy dudosamente el de solidaridad, principios que menciona.
Me parece que no se debe defender un partido político con argumentos de apoyo en la Doctrina de la Iglesia, porque entonces puede parecer que usted es de los que miran la política como “más o menos cristiana”; es decir, el trasnochado confesionalismo. Ni la Iglesia ni siquiera el Evangelio le permiten eso, un dirigismo político. Y el que otros momentos se haya hecho, no justifica que esté bien.
Pero, por la titulación del autor, he querido conocerle un poco más, y he buscado en Google. Su obra principal se titula “Descodificando a Jesucristo” en Ediciones Irreverentes (así). Y veo que el método que sigue es el mismo: muchísimos, casi todos, los cristianos han estado equivocados, hasta la propuesta que hace el autor. De nuevo imposiciones, y me revelo. Otra vez, invocando al conocimiento científico respecto a la figura de Jesús, advierte que se le tratado casi hasta la fecha “como si fuera un aerolito divino”, idealizándolo sin caer en la cuenta de su realidad humana y material.
Y esa afirmación contrasta con la urgencia que tienen de clarificar los primeros Concilios la figura de Jesús cuando pretende ser enturbiada. Ejemplos. El Concilio de Nicea (siglo IV) contra Arrio (afirmaba que Jesús no era propiamente un hombre sino un “semidios”), el Concilio de Éfeso (siglo V) y poco después el de Calcedonia contra Nestorio, que negaba la realidad de la naturaleza humana en Cristo, en Dios. Y por último el Concilio V de Constantinopla, contra Eutiques, que precisamente decía que el cuerpo humano de Cristo era una ficción. Me parece que es lo contrario de lo que usted afirma de manera pretendidamente científica. Y el gnosticismo fue condenado sin dudarlo, no admitido; baste pensar en Tertuliano, echado de la iglesia cuando se deja influenciar por los gnósticos. Y lo que me deja más perplejo es que todo me suena muchísimo a Bultman, al Cristo histórico y al Cristo de la fe, a Gustavo Gutiérrez, Leonardo Boff, Jon Sobrino, etc., etc., como sabe usted exponentes de la teología de la liberación.
He añadido esta segunda parte porque el autor tiene una relación institucional estrecha con centros de formación católica de la Diócesis de Cartagena, cosa que no disimula. Lo siento, pero yo tampoco debo hacerlo.
Fernando Hurtado Martínez, Sacerdote, Licenciado en Biología y Doctor en Teología.
Estimado Fernando Hurtado, agradezco el tiempo que se ha tomado para leer este artículo y mi libro sobre Jesús, creo que sería bueno que accediera a «No podéis servir a dos amos. Crisis del mundo, crisis en la Iglesia», Herder, pues allí llevo mis reflexiones hasta el final.
Quisiera puntualizarle alguna cuestión:
1. En ningún momento afirmo que POdemos sea la opción política, sino la que hoy más se acerca a lo que podríamos identificar como el núcleo de la DSI. Mi texto nació ante la campaña de desprestigio por parte de los medios mal llamados católicos contra este movimiento que trae aire fresco, para muchos, buena noticia.
2. No hay ninguna confusión de método, la confusión está en creer que política, economía y religión son ámbitos separados. No puedo extenderme aquí, eso ya lo he hecho tanto en «Descodificando a Jesús de Nazaret» como en «No podéis servir a dos amos», lea usted y hablamos.
3. Si usted cita a Bultman y me acusa de gnosis es que no ha entendido nada de lo que digo, o me ha leído muy ligeramente. Mi propósito es combatir el platognosticismo que atenaza a la doctrina eclesial en muchos aspectos y lo hago desde la doctrina del Evangelio y los cuatro primeros concilios, precisamente esos que usted cita.
4. Y por último, no defiendo a ningún partido político, defiendo unas políticas que nos hagan más humanos, esas políticas se deben hacer por políticos, dice Francisco, que estén cercanos a los pobres y a la misericordia. Creo, aunque puedo estar equivocado, que eso se encuentra en Podemos. Si usted creo otra cosa está en su derecho, como yo en el mío, y ni usted es más cristiano que yo ni yo lo soy más que usted.
Por cierto, ni Sobrino ni Gutiérrez han merecido condena alguna por parte de Roma. Que los cite para menoscabar mi obra es un halago que no merezco. Ya quisiera yo poder estar a la altura de sus sandalias.
Un abrazo en Cristo.