Ecologistas en Acción invita a reflexionar sobre el actual modelo de producción y consumo, y a considerar las alternativas de consumo como una herramienta de cambio social
Por ECOLOGISTAS EN ACCIÓN / Este viernes 29 de noviembre se celebra nuevamente el “Día sin compras”, una jornada mundial de protestas en la que se invita a toda la población a no consumir con la finalidad de denunciar el actual modelo de producción y consumo y promover formas de consumo alternativo. En conmemoración de esta jornada, Ecologistas en Acción, además de incidir en la crítica al actual modelo, aprovecha para revindicar el papel que puede tener el consumo responsable como herramienta de cambio social y destacar las distintas alternativas de consumo que se están desarrollando en pueblos, barrios o ciudades llegando cada vez a una parte más importante de la población.
En un contexto marcado profundamente por la ya larga crisis económica y social, el “mensaje oficial” insiste en que la recuperación, entendida como la vuelta en términos económicos a la situación pre-crisis, llegará a través de una serie de ajustes, traducidos en recortes en prestaciones sociales o de derechos que harán recuperar el crecimiento económico y con ello se restablecerá la confianza, aumentando el nivel de consumo; lo que no es más que un análisis parcial e interesado de la situación, en el que además son ninguneadas otras crisis, como la de cuidados o la ambiental.
Además, la vuelta a esa situación, no es sólo altamente improbable, por una deuda impagable, inflada a partir de la conversión de deuda privada en pública, que tiende a perpetuar los recortes presupuestarios y en derechos laborales; sino además poco deseable. Debemos recordar, que aún en 2007, año de gran crecimiento económico, la tasa de pobreza (hogares con ingresos inferiores a 600 € al mes) era del 19,7%, la tasa de paro superaba el 8% y la distribución de la riqueza, reflejada en la ratio 80/20, indicaba que el 20% de la población que más ingresa concentraba 5,3 veces más riqueza que el 20% más pobre (actualmente está en 7,5), todo ello en una situación que obligaba a un sobreendeudamiento para acceder a la vivienda, con una presión desmesurada sobre el territorio por el boom de la construcción y en un contexto de sociedad consumista, igual a la actual, en la que se interioriza que la obtención de bienes materiales solucionará todos nuestros problemas, con la consiguiente frustración al comprobar que el consumo no ha suplido nuestras verdaderas carencias.
Por ello, porque este sistema no nos hace felices, ni satisface las necesidades de todos y todas, ni en los periodos económicos malos, ni en los buenos, porque se basa en las desigualdades, en la explotación de unos sobre otros y la destrucción de los recursos naturales, Ecologistas en Acción apuesta por dar un paso adelante, como queda definido en su campaña “Ecologismo o Crisis”[2], en la que no sólo se trata de dar prioridad al medio ambiente, por la situación de urgencia en que vivimos, se apuesta por conseguir justicia social garantizando, al menos, la satisfacción universal de las necesidades humanas mediante un nuevo sistema económico que no explote el planeta sino que esté en paz con él.
Esta propuesta, fuera de la lógica del crecimiento, el individualismo, el consumismo y la competencia, se basa en la sostenibilidad socioambiental, el reparto equitativo de la riqueza, la solidaridad y las relaciones comunitarias de cercanía. Esta nueva economía ecológica y solidaria no está tan lejos, ya está emergiendo desde abajo, desde distintos movimientos sociales, que apuestan por un cambio de modelo, y que desarrollan alternativas de consumo, como la banca ética, los bancos de tiempo, los grupos de consumo, las cooperativas de comercialización de energías renovables… o alternativas más complejas como los mercados sociales, las cooperativas integrales, las ecoaldeas, las ciudades en transición, … todos ellos son los verdaderos y únicos brotes verdes.
Más información: