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Por JOAQUÍN SÁNCHEZ SÁNCHEZ / La petición de Luis María Linde, gobernador del Banco de España, de reducir el Salario Mínimo Interprofesional, que está en la actualidad en 645,3 €, y retrasar la edad de jubilación, todo esto siguiendo las instrucciones del Banco Central Europeo, pone de manifiesto hacia donde vamos y, en negativo, hacia donde no vamos, que es precisamente donde la sociedad, en su inmensa mayoría de ciudadanos, nos gustaría llegar, que no es otra, que una sociedad donde esté garantizado un trabajo digno, estable y seguro, un trabajo que nos permita cubrir las necesidades básicas como son alimentación, sanidad, vivienda, educación…y, además un poco de ocio. Nuestros gobernantes, nuestros miserables gobernantes, nos llevan a una sociedad de paro y precariedad y sin derechos.

Lo primero que nos preguntamos es si se puede vivir con 645,3 € al mes. La respuesta es bastante obvia: No. Si se añade una hipoteca, por muy pequeña que sea, se hace imposible vivir. Si se baja de esta cantidad, habría que indicar hasta dónde es la bajada, ¿Hasta 500 €? ¿Hasta 400 €? ¿Hasta 300 €? O, simplemente eliminar el Salario Mínimo Interprofesional. Estaríamos hablando de un sueldo de explotación y opresión, de esclavitud, de un sueldo que supone concebir unas condiciones laborales que viola Los Derechos Humanos. Vamos hacia una sociedad que se considera al ser humano una mera mercancía y mano de obra barata, mejor dicho, baratísima. Los contratos llamados basura van a proliferar. Evidentemente el paro bajará si siguen bajando los sueldos y las condiciones laborales. Señor Linde ¿Por qué no empieza usted dando ejemplo y se pone un sueldo de 500 € ?

El retraso de la jubilación va a crear unas condiciones de pobreza y miseria a nuestros mayores, lo cual va a suponer lo que llamo una eutanasia social. Os pido un favor, vamos a intentar popularizar este concepto para reivindicar el cariño, el respeto a nuestros mayores y exigir el derecho a vivir los últimos años y morir con dignidad.

Si se retrasa la edad de la jubilación hasta los 67 años o hasta los 70 años como ya están diciendo los creadores de opinión, y nos encontramos que a partir de los 50 años ya no encuentran trabajo y se suprime prestaciones o en su defecto se reducen considerablemente, se crea un periodo entre 50 años y 67 años, sin trabajo, sin prestaciones y sin pensión, y cuando lleguen a cobrarla, será una pequeña pensión, lo cual será un población empobrecida, llegando a la exclusión social dura y pura, con una calidad de vida pésima, que haga que aumenten los suicidios o hayan muertes prematuras por una vida sin vida. Esto es la eutanasia social. Mucha gente se va a quedar sin trabajo y sin pensión, añadido que cuando mayores somos las enfermedades aparecen con más frecuencia. Encima de todo, el copago.

Todo esto nos lleva a una sociedad precaria laboralmente, fragmentada socialmente y desesperanzada emocionalmente. Es decir, habrán logrado una ciudadanía derrotada y sumisa ante los que se consideran los dueños de la vida y de la existencia. Es esa élite social que piensa y siente que la sociedad les pertenece, son los dioses de carne y hueso, y que ellos mismos definen al ser humano como una mercancía que vale mientras produce y puede ser sustituida cuando encuentra otra mano de obra más barata y productiva.

Para contentarnos se nos dice que tengamos paciencia, que se está poniendo los cimientos para el crecimiento y la creación del empleo y que con el tiempo alcanzará lo positivo de las medidas de este gobierno y de Bruselas, insistiendo de nuevo que es Alemania quien gobierna Europa, a esa población que ahora mismo lo está pasando faltal. Esto lo decía el otro día Martínez Pujalte. Nos mienten una y otra vez, se está poniendo los cimientos para una sociedad controlada por la dictadura de los mercados, es decir, de los mercaderes. Esta claro que nuestra clase política no pasa hambre y llega a final del mes. Son mercenarios de los financieros.

Creo que es importante que tengamos claro hacia donde nos están llevando. Podemos arrojar la toalla si queremos, pero tenemos que tener muy claro que nos llevan a esa sociedad precaria laboralmente, fragmentada socialmente y desesperanza emocionalmente.

No podemos dejar en sus manos nuestro futuro, somos nosotros los que tenemos que decir hacia donde vamos y que queremos vivir, sí vivir la vida con trabajo, con honestidad, poniendo nuestro grano de arena en dejar la sociedad y la naturaleza un poco mejor que nos la encontramos. Los banqueros y los políticos cómplices no nos van a dejar tranquilos, por eso están destruyendo a la clase media, denomizando a los movimientos sociales, reduciendo la educación para que no pensemos y haciéndonos creer que el dinero debe ser el criterio de acceso a los servicios, entre ellos los sanitarios.

Nosotros creemos en la ciudadanía, en la política, en la democracia participativa, en la justicia, en el compartir y repartir las riquezas para no dejar a nadie excluida. Aún nos queda muchos años de lucha, porque los banqueros y los políticos cómplices lo tienen muy claro y nosotros también.