Vosotros no habéis fallado a vuestros hijos, es este sistema capitalista con sus mercaderes y sus políticos cómplices los que os han dejado sin trabajo
Por JOAQUÍN SÁNCHEZ SÁNCHEZ/ Por favor, no os quitéis la vida. Sabemos que estáis sufriendo, lo vemos, os escuchamos, compartimos vuestro dolor. Vemos cómo cada día se os hace insoportable, cómo hay un vacío existencial porque no podéis alimentar adecuadamente a vuestros hijos, cómo ellos os piden un bocadillo para la escuela y no podéis dárselo y os dicen que sus amigos sí lo llevan y os miran con ojos de desconcierto, de tristeza, de hambre. Y, cuando se van a la escuela lloráis desconsoladamente y os remontáis a momentos de bonanza, de bienestar, cuando os sentíais orgullosos delante de vuestros hijos, pero ahora vuestros hijos tienen hambre y os sentís impotentes. Todas las puertas cerradas.
Buscáis trabajo y no encontráis y siempre la misma respuesta: No hay trabajo, estamos despidiendo gente y ya veremos si no tenemos que cerrar. Vais a Servicios Sociales y os dicen que no hay ayudas por los recortes y encima tenéis que soportar que Válcarcel diga que está manteniendo la sociedad del bienestar en nuestra Región. Las mentiras de nuestros políticos os hieren. De vez en cuando Cáritas, Cruz Roja y otras organizaciones os dan lo que pueden, hacen un esfuerzo enorme, y aunque las personas de estas entidades lo hacen de corazón, vosotros os sentís humillados y avergonzados.
Cada día la misma historia, sin nada que hacer y preguntando: Hoy a quién le pediré para poder dar de comer a mis hijos. Os duele cuando alguien al que le pedís os responde “otra vez”.
Por favor, no os quitéis la vida. Sabed que os queremos, que hay mucha gente que os quiere. Sabemos que os sentís fracasados, nos lo decís una y otra vez. Después de tantos meses e incluso años viendo que la esperanza se desvanece y lo experimentáis en vuestra propia carne cómo las previsiones en el fondo eran las mentiras de los políticos para conformaros y que no luchéis.
Por favor, no os quitéis la vida. No os derrumbéis ni arrojéis la toalla, experimentad los abrazos, las caricias, la amistad de mucha gente cercana que está a vuestro lado. Vemos que las fuerzas os fallan, que la vida pierde color, que muchas veces decís ya no puedo más, ya no aguanto más. Muchos días tristes, muchos días de angustias, muchos días de esperanzas rotas, muchas noches sin dormir.
Es muy duro cuando un día llamáis y decís que Iberdrola os ha cortado la luz y la empresa del agua también os corta el suministro y que lo enganchamos como podemos para no dejaros sin luz ni agua. ¿Cuánta humillación sentís? Pero, lo que os termina de romper es el proceso de desahucio. ¿Cuántas veces nos decís no pronuncie esa palabra? Preguntáis si esta vida merece la pena o si hay algo en qué creer y hasta algunos os enfadáis con Dios, porque le decís qué mal han hecho en este día para sufrir tanto, mientras otros ladrones de cuello blanco viven muy bien. Encima de todo, tenéis que escuchar que la culpa es vuestra porque sois unos vividores con pretensión de ricos. Y, si tenéis una pequeña ayuda, sois unos gandules que viven del cuento, que no queréis trabajar.
Luchad, luchad, no os rindáis, aunque las motivaciones fallen, levantad la cabeza bien alta, porque no sois unos delincuentes, no sois unos fracasados. Mirad a vuestros hijos con todo el cariño, abrazadlos, acurrucadlos en vuestro regazo, recuperad la pasión de pareja, no reprocharos nada. Cogeros de la mano y mirad hacia delante y caminad con otras gentes. Por el camino hay mucha gente que está derrotada, que las fuerzas les han fallado, uniros y no dejar nadie atrás. Todos juntos, caminando unidos para crear un mundo justo y más humano.
Vosotros no habéis fallado a vuestros hijos, es este sistema capitalista con sus mercaderes y sus políticos cómplices los que os han dejado sin trabajo, los que os recortan el sueldo para pagar la deuda de los bancos españoles con los bancos alemanes. Quieren que les paguéis su juego especulador y lo pagáis en dolor y en pérdida de dignidad.
Canallas ellos, los banqueros, los financieros, los políticos cómplices, tanto de España como de Bruselas y de Berlín, que quieren a nuestra querida España sometida, sumisa y sin capacidad de reacción. Ellos dicen que sobran pensionistas, jubilados, mayores, parados, empobrecidos, empleados públicos. Cuando protestamos nos mandan a la policía y a la guardia civil, porque los han entrenado para no pensar ni sentir, para no escuchar ni mirar a los ojos, para no identificarse. Pero nosotros sí pensamos, sí sentimos, sí miramos a los ojos, sí nos identificamos, porque nosotros sí escuchamos el sufrimiento de nuestro pueblo, que está soportando la injusticia de los avariciosos. Son ellos los que sobran, los banqueros y los políticos cómplices.