“Rajoy sostiene que las decisiones sobre pensiones las impone la realidad, no la UE”. Todos los habréis leído en la prensa o escuchado en la radio o en la tele.

Pero no nos dice a qué realidad se refiere. ¿Podría ser la realidad de las tribus amazónicas amenazadas por las multinacionales y la rapiña de los hacendados? ¿O quizá se refiere a la actuación de “nuestras empresas” en Ecuador, o en Guatemala o en Chile? ¿Se referirá tal vez a la realidad de las castas hindúes? Y no digamos nada de las realidades de los afectados por las hipotecas salvajes, o por los recortes sanguinarios en educación, en sanidad, en dependencia, en investigación científica, la realidad de los afectados por el paro de toda la familia, o por la explotación bárbara del trabajo en las economías sumergidas o en las flotantes que están mitad sumergidas y mitad no, o por las pensiones cada vez con menos poder adquisitivo, o la realidad de los que se ven obligados a comprarse medicinas necesarias pagándolas por entero de su propio bolsillo, etc, etc. ¿De qué realidad habla, quizá de la suya, con gastos pagados y varios sueldos e ingresos varios?

La inefable Fátima, no la de la mano, sino la Báñez, la ministra de Empleo, sostiene que la medida tomada por el Gobierno «no perjudica a los más vulnerables», y lo dice con todo el morro. Según ella los que ganan mil euros al mes ya no son vulnerables. Pero no se le ocurre subir los impuestos a las grandes fortunas, a los ricos, grandes, medianos o pequeños, eso no, faltaba más.

¿Qué especie de locura afecta a esta gente del Gobierno? ¿En qué mundo viven?

Y es que su realidad es la realidad del poder y la riqueza y es lo único que entienden. La economía capitalista va bien cuando los capitalistas, los burgueses, ganan más y más. Todo lo que no sea ganar más de lo que ganaron el año anterior es “horrible” y dañino para la economía del país. Por eso, para que ellos ganen más, los más débiles deben ganar menos. Esta es toda la crisis del euro y todo el origen del sin vivir en que nos recocemos.

Mientras el número de los pobres aumenta sin cesar en España (y en el mundo entero), los ricos aumentan a un ritmo mayor. Visitad este enlace (o cualquier otro sobre el mismo tema): La crisis aumenta el número de ricos.