Por JOAQUÍN SÁNCHEZ / Siempre que hay una huelga general sale a relucir de una manera virulenta el debate de los piquetes obreros, que se les acusa de coercitivos e innecesarios porque si son piquetes informativos, hoy en día hay suficientes medios de comunicación para que los obreros de cualquier ámbito laboral estén informados y por tanto no son necesrios. Desde instancias gubernamentales se insiste que si existe el derecho a la huelga también existe el derecho a trabajar y que hacer huelga se debe realizar en el ejercicio de la libertad individual y que deben garantizar el derecho a trabajar.
Pero, curiosamente no se habla nada de los piquetes empresariales que funcionan desde el mismo instante que se anuncia una huelga general y éstos si que son tremendamente coercitvios e informan que el que vaya a hacer huelga será despedido o no se renovará su contrato. Además se hace con nocturnidad, es decir, de una manera individual y sin testigos. El poder económico tienes medios suficientes para imponer su amenaza: ejercer el derecho a la huelga le va a conllevar la pérdida del trabajo o hacerle la vida imposible en su lugar de trabajo.
El piquete empresarial tiene mayor fuerza porque ha logrado fragmentar el mundo del trabajo, unido a la precariedad, utilizando el chantaje de “si no te renuevo el contrato cómo vas a alimentar a tus hijos o pagar la vivienda”. Un piquete obrero puede interrumpir una labor durante horas, pero no destruye la vida de personas.
El piquete empresarial actúa desde el anonimato y sin presencial policial. La policía está en las puertas, según dicen, para proteger el derecho a trabajar, pero ¿por qué no están dentro para proteger el derecho a la huelga? Vigilan los piquetes obreros y permiten que los piquetes empresariales actúen desde una impunidad escandalosa. ¿Por qué desde instancias gubernamentales no se dice a los empresarios que no coaccionen a los obreros para que puedan ejercer libremente su derecho a la huelga? Como es habitual, los gobiernos sumisos al poder económico.
Precisamente, esta reforma laboral va a dejar a la clase trabajadora en una precariedad y flexibilidad, que implica claramente una situación de explotación y opresión, que va a dificultar aún más el derecho a la huelga, porque si te dejan sin trabajo te arruinan la vida, no sólo económicamente sino también familiar y personalmente.
Mientras los piquetes empresariales están actuando sin ninguna cortapisa, desde el día que se rumoreaba que habría huelga general, y sin ningún debate mediático, se está poniendo el acento en los piquetes obreros, que intentaremos, lo digo en plural porque si Dios quiere participaré desde la no-violencia, decir que el movimiento obrero es un movimiento para la lucha por la justicia social y en defensa de los derechos laborales y sociales y, no me cansaré de insistir, para crear una humanidad de todos y para todos.
Es verdad que una huelga general tiene mucha dificultad para que salga bien, porque existe un trabajo precario, situaciones de explotación, el chantaje de los piquetes empresariales y el que te quitan ese día de sueldo y que no te lo puedes permirtir, la amenaza velada de que los cuerpos de seguridad van a “dar goma”…pero es necesario que antes leyes como esta reforma laboral, protestemos y salgamos a la calle si queremos que las generaciones venideras tenga un futuro digno. Yo no tengo hijos, pero participaré en la huelga general porque no creo, mejor dicho, no quiero una humanidad gobernada por personas, que a través de corporaciones e instituciones, financieras, políticas…, hacen de la codicia, de la avaricia, la ambición, la lujuria, la gula y la violencia bandera y una forma de actur diaria que destruye al ser humano y a la naturaleza.
Posdata: Hay cristianos católicos que echan pestes de los sindicatos, son antisindicatos, de las huelgas, de la protesta social, de reivindicar la jsuticia social porque les suena a izquierda. Sólo recordarles que la Doctrina Social de la Iglesia defiende y valora a los sindicatos, defiende el derecho a la huelga y la protesta social y anima a luchar por la jsutcia social. Esto también es de catecismo.