El Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos comparte con el obispo de Cartagena la importancia de la solidaridad y la defensa de la justicia social en estos tiempos de crisis

En una reunión celebrada esta mañana en el Palacio Episcopal de Murcia, los miembros del Consejo Internacional del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC), se han reunido con el obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes. En el encuentro, además de dialogar las cuestiones que se están tratando en la reunión de este movimiento global en Murcia, su copresidenta, Christine Isturiz, le ha trasladado algunos de los temas abordados en la última asamblea general.

“Compartimos con el obispo, Mons. Lorca, la misma preocupación por los que no tienen trabajo, papeles, tierra… y nos ha exhortado diciendo que, apoyados en el Evangelio, podemos tener un proyecto de sociedad que sea cristiano, que permita respetar a la persona y que todos vivamos con la misma dignidad”, ha explica Isturiz, que ha subrayado cuestiones como el impacto de la pandemia en el mundo del trabajo, el aumento de las desigualdades y la migración forzada, las políticas neoliberales y el auge del populismo.

Monseñor José Manuel Lorca se dirige a los miembros del Consejo Internacional del MMTC durante su encuentro celebrado en el Palacio Episcopal de Murcia.

“El COVID han sido un acelerador de la precarización de muchos trabajadores en todo el mundo. También ha modificado profundamente nuestras relaciones sociales: trabajadores cada vez más aislados, aumento del teletrabajo, derechos de los trabajadores atacados”, ha afirmado Isturiz, resaltando que la pandemia puso en evidencia la importancia de los trabajadores esenciales y de cuidado.

La copresidenta del MMTC ha denunciado ante el obispo la creciente desigualdad en la distribución de la riqueza, destacando que “cada vez más, las riquezas están concentradas en manos de una minoría de muy ricos”. También ha recordado el aumento de las migraciones forzadas debido a situaciones económicas, políticas y ambientales, y la vulneración de los derechos de las personas migrantes en países de acogida.

Isturiz ha criticado “las políticas neoliberales por haber destruido logros sociales, han desmantelado los servicios públicos y fragilizado a los trabajadores del sector informal y de las clases populares y medias”.

Justicia social y solidaridad

La justicia social, ha recordado Isturiz, es un tema central en la doctrina social de la Iglesia “que surge del escándalo de la pobreza que desgarra el tejido social”. En este sentido, ha destacado que el Pueblo de Dios está llamado a practicar la justicia y la solidaridad, sobre todo cuidando de los más vulnerables y descartados.

“La dignidad humana se destruye y se vulnera porque los beneficios pasan por encima de todo. Vemos un sistema capitalista que no se preocupa por los trabajadores pobres, ya que no les garantizan un empleo y un salario, ni el mantenimiento de sus bienes, ni un buen ambiente de trabajo”, ha dicho.

El obispo de Cartagen, junto a la delegación del MMTC que se re´ñune en Murcia del 12 al 16 de julio.

Isturiz también ha recordado la encíclica Laudato si‘ del papa Francisco que “nos invita a luchar pacíficamente contra el terrible abandono de la persona humana y a promover una distribución justa” y la encíclica Fratelli tutti para destacar que “la Tierra es nuestra casa común y todos somos hermanos y hermanas.”

El cuidado de la fraternidad y de la casa común son las claves sobre las que el MMTC se compromete, durante los próximos años, para una mayor justicia social “en una economía para la vida, con una mirada particular sobre los jóvenes, las mujeres, los migrantes y la cuestión medioambiental y climática”, ha concluido.