Consuelo Ruiz Gómez

Consuelo Ruiz Gómez, el 6 de marzo de 2015, cuando fue distinguida como 'Mujer de Alcantarilla 2015'

Consuelo Ruiz Gómez, cuando fue distinguida como ‘Mujer de Alcantarilla 2015’

Una vida entregada a los demás

Consuelo nació en el año 1943 en Molina de Segura, en el seno de una familia obrera cristiana.

Su padre era obrero de la agricultura y su madre, la que en casa se encargaba de multiplicar los escasos recursos que el padre aportaba para mantener a una familia de cuatro hermanos.

El padre y la madre de Consuelo a su vez pertenecían a sendas familias numerosas de ocho hermanos, por lo que en un segundo núcleo familiar se multiplicaban y diversificaban las relaciones y sus miembros estaban arraigados en el entorno del pueblo molinense.

En la familia de Consuelo era costumbre dar gracias a Dios por el alimento recibido.

Consuelo era una niña inquieta que se comía algún dulce sin permiso, que se hacía muchas preguntas.

Tiene un hermano y una hermana casados, numerosos sobrinos, un hermano cura y muchos primos, que conservan entre ellos el cariño.

A Consuelo se la conoce por lo que “es”.

A los diecisiete años salió de su pueblo y, aunque le tiene querencia y va por allí en cuanto puede, salió para vivir en comunidad el mensaje evangélico de Jesús que había conocido en la JOC (Juventud Obrera Católica).

Fue a vivir a La Unión donde tuvo su primera experiencia comunitaria y conoció a la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica).

En 1969 se fue a Galicia a trabajar como cocinera en el circo Ciudad de los Muchachos. Volvió a Murcia en 1972 y trabajó de nuevo como cocinera en una residencia de estudiantes.

En 1975 se vino a vivir en comunidad al barrio de San José Obrero de Alcantarilla. Desde entonces ha trabajado en el Asilo de Ancianos en Murcia y como cocinera en el Centro de Acogida y Atención al Menor de Cáritas, en El Palmar. Desde que llegó al barrio participó en la Asociación de vecinos.

En 1978 comienza las actividades del proyecto de desarrollo comunitario a través de la Asociación ‘Taller de la Ciudad’. Desde 1980 es miembro de Caritas y ha participado en la Interparroquial de Cáritas en Alcantarilla

En el 2000 sigue en el trabajo de promoción y formación con las mujeres a través de la Asociación Mujeres Hileras. En el 2007 es nombrada directora del Centro de Cáritas de San José Obrero.

Todas las actividades que comenzó en Alcantarilla de denuncia, promoción y liberación de las personas siguen vigentes y continúan en la actualidad.

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Consuelo Ruiz (centro), tras recibir el galardón Mujer 2015.

El 6 de marzo de 2015 recibió la distinción de ‘Mujer de Alcantarilla 2015’. En ese acto, su compañera de equipo y amiga, Mari Carmen Olmo, leyó estas palabras de agradecimiento en nombre de Consuelo:

Cuando a los diecisiete años vivía en Molina y trabajaba en la fábrica veía cosas a su alrededor que no la dejaban indiferente:
Personas que vivían derrochando y otras sin lo necesario para vivir. Que muchos jefes no cotizaban por los obreros que tenían. Que los hombres cobraban más que las mujeres por el mismo trabajo. Que unos trabajaban en trabajos muy duros cobrando poco y otros trabajando poco cobraban mucho…

Y se preguntaba y volvía a preguntar:
– ¿Como podemos vivir entre nosotros de manera tan injusta?
– ¿Por qué los de abajo aguantamos tanto y no nos rebelamos?
– ¿Por qué Dios lo permite?

Como mujer, obrera y cristiana empezó a formar parte de un grupo de Juventud Obrera Católica con compañeras de trabajo que compartían las mismas inquietudes. Así descubrió el ser y actuar de Jesús; un hombre sencillo de Nazaret, que se conmovía ante el sufrimiento; multiplicaba el pan cuando no había para todos, denunciaba la hipocresía y la falsedad, curaba enfermos, decía que los “primeros” deben ser “servidores de todos”. Ese tal Jesús estaba siempre de parte de los más desfavorecidos; en su grupo contaba con mujeres, en una sociedad en la que estas no tenían ni poder de decidir sobre ellas mismas.

Dejó Molina y la fábrica para seguir viviendo el mensaje de Jesús e intentar trabajar por una tierra verdaderamente humana.

Tuvo su primera experiencia comunitaria en Cartagena, y después de pasar por Galicia y Murcia se vino a vivir en comunidad al Barrio de San José Obrero de Alcantarilla en el año 1975. Hace ya 40 años.

Desde entonces, junto a la comunidad de miembros de la HOAC de San José Obrero; con la implicación de las organizaciones del barrio (Asociación de Vecinos de San José Obrero, Taller de la Ciudad, Mujeres Hileras); las de Cáritas (Cáritas Interparroquial de Alcantarilla y Cáritas de San José Obrero), distintas personas (voluntarios, trabajadores y otros) empeña su esfuerzo en el desarrollo personal, social y comunitario de sus habitantes.

Desde 2007 Consuelo es directora del Centro de Cáritas de San José Obrero de Alcantarilla que tiene los siguientes programas de acción social: Proyecto de intervención con familias; intervención psicosocial con menores y el Proyecto de empleo “ Recupera “para el reciclaje de ropa.

Conoce a cada vecino por su nombre; aprende de todos y ama mucho. Su saber y actuar han conquistado el respeto y cariño a su persona. Consuelo está hecha de masa auténticamente humana.

Hoy se siente privilegiada, dice que no necesita premios, que la vida ya la ha premiado mucho y con 71 años sigue en el empeño de conseguir un mundo mas justo; por eso hoy quiere DENUNCIAR que:

  • Hay familias que no tienen los recursos económicos básicos para tener una vivienda digna, alimentación adecuada y medios para formar a sus hijos.
  • Que las personas dependientes, en su mayoría, no tienen cubiertas sus necesidades ni las de sus cuidadores.
  • Que existen muy pocas ayudas económicas de carácter público para mantener los programas de promoción y acompañamiento a las familias, jóvenes y menores.
  • Que la pobreza mayoritariamente tiene rostro de mujer.

Y también quiere DAR GRACIAS:
+ Por cada mujer que lucha por el pan y la dignidad de ella y los suyos.
+ Por las mujeres que perdieron la vida en la conquista de los derechos de las mujeres obreras.
+ Por las madres que en un medio hostil, que olvida a las personas, se levantan para seguir adelante.
+ Por su madre y su familia; que así como otras madres se esforzó diariamente por empinar la olla; por el amor que puso para regalarle la fe; por su sabiduría y su ternura.

Y por supuesto, INVITARNOS A TODOS:

  • A denunciar las injusticias y luchar por nuestros derechos.
  • A luchar para conseguir una Renta Básica de Inserción para todas las personas que no tienen otros ingresos.
  • A participar en las organizaciones del pueblo, para que en ellas los pobres y los obreros podamos seguir contando con un medio de lucha para la justicia.
  • A estudiar y formarnos porque saber es también “poder SER”

Por ultimo quiere expresar su gratitud a las personas que han hecho posible que estemos hoy aquí reunidos con motivo del reconocimiento del día de la mujer trabajadora. Quiero compartir este premio con todas las mujeres de nuestros barrios.